Se acabó:
el odio me arrolló la razón.
Con mi época estoy comprometido.
Y el amor se fue volando por el balcón
a donde no tuviera enemigos.
Y ahora estoy en guerra contra mi alrededor;
no me hace falta ningún motivo.
[Exif: 1/1250 s; f/2; 50mm; ISO-100]
PD: Soy yo, pero no es mi foto.
Después de unos días de mierda, he conseguido escaparme con la cámara y tomar estas fotos. Nada de retoque, sólo filtros de papeles.
Advertencia: contenido muy empalagoso.
[Exif: 1/320 s; f/1.8; 50mm; ISO-100]
[Exif: 1/500 s; f/1.8; 50mm; ISO-100]
[Exif: 1/250 s; f/1.8; 50mm; ISO-100]
[Exif: 1/250 s; f/1.8; 50mm; ISO-100]
[Exif: 1/400 s; f/1.8; 50mm; ISO-100]
[Exif: 1/800 s; f/1.8; 50mm; ISO-100]
A veces pienso que aportar algo nuevo al mundo de la fotografía me es imposible. Cojo la cámara e intento hacer algo nunca visto. Ah. Me resigno. Y, después, como por arte de magia, lo ves. Ves lo que quieres fotografiar.
[Exif: 1/60 s; f/1.8; 50mm; ISO-100]
[Exif: 1/60 s; f/1.8; 50mm; ISO-100]
[Exif: 1/60 s; f/1.8; 50mm; ISO-100]
Un filtro close-up que hace de lupa/espejo con las paredes de mi habitación.
Ver y hacer arte. Eso es lo que me gusta de los museos.
Hoy fui de nuevo al CAC (Centro de Arte Contemporáneo) para ver más detenidamente la exposición de Selim Varol At home I am a tourist. No soy una experta en arte y, si os soy sincera, tampoco soy una gran apasionada; sin embargo, de vez en cuando me gusta sorprenderme con exposiciones como la que he visto hoy por segunda vez.
At home I am a tourist es una exposición rara. “Creo que todos nacemos con el instinto de cazadores-recolectores, que implica esencialmente que buscamos cosas y las coleccionamos”, explica Selim Varol. Y es verdad: todos tenemos ese pequeño síndrome de diógenes. Así que con esa breve explicación, la exposición cobra todo el sentido del mundo y se me hace hasta imperdible.
La primera vez que vi la exposición, más que buscar significados o mensajes, estuve entretenida mirando los muñequitos, intentando buscar a los que reconocía y me gustaban. Pero hoy iba con otra intención. Además de no dejar la cámara en la mochila -la cual, encima, me obligaron a dejar en taquilla-, fui viendo el arte que había en esos simples muñecos.
Estoy muy contenta de poder haber hecho algunas fotos -me gusta que dejen hacer fotos- y, por eso, aquí os dejo algunas.
[Exif: 1/40 s; f/1.8; 50mm; ISO-100]
[Exif: 1/40 s; f/1.8; 50mm; ISO-100]
Se trataba de una barca con muchísimos Mickeys diferentes remando. Daban un poco de miedo, sinceramente.
[Exif: 1/30 s; f/1.8; 50mm; ISO-100]
Esta cerilla era enorme.
[Exif: 1/30 s; f/1.8; 50mm; ISO-100]
Esta cajita estaba al lado de la cerilla gigante. Tan simple y, a la vez, un mensaje muy poderoso.
[Exif: 1/500 s; f/3.5; 50mm; ISO-100]
[Exif: 1/30 s; f/1.8; 50mm; ISO-100]
[Exif: 1/25 s; f/1.8; 50mm; ISO-100]
Sólo las dos primeras pertenecen a Selim Varol. Las dos últimas son de Jesús Palomino -vaya exposición más extraña, la verdad- y las de la cerilla no tengo ni idea :(
¿Qué os han parecido?
Las clases de fotografía más que para aprender me están sirviendo para despertar mi lado creativo. Internet y los libros de fotografía que he ido leyendo me han ayudado muchísimo para aprender las técnicas más básicas, las que estamos dando ahora en la carrera… El discurso de mi profesor, entonces, tan sólo es alentador e ínfimamente inspirador.
El otro día, por ejemplo, nos estuvo diciendo que él no retocaba las fotos. Decía que si vamos a trabajar en medios de comunicación, eso no puede ser un paso más en nuestro proceso fotográfico por dos motivos: 1. La mayoría de empresas no permiten el retoque y tienes que entregar el RAW, y 2. No vas a tener tiempo para la edición. Dice que el retoque sólo sirve para hacer aquello que no has sido capaz antes de tomar la fotografía, ya sea porque no tenías los recursos necesarios o porque no sabías de la técnica.
A mí, personalmente, es que me encanta el retoque. Esto no quiere decir que lo utilice para arreglar mis fotos; lo hago porque me divierte. Ya os dije que me encanta el diseño gráfico y mezclar la fotografía y eso me gusta mucho. Por eso sí retoco mis fotos, pero realmente no altero nada esencial de la fotografía, sólo lo típico (niveles, curvas, saturación, si acaso alguna capa de sólidos para darle otro efectillo…)
Entonces, pensé en cómo podía aplicar el efecto digital sin usar ningún software. Aquí tenéis unos ejemplos:
[Exif: 1/80 s; f/1.8; 50mm; ISO-100]
[Exif: 1/50 s; f/1.8; 50mm; ISO-100]
[Exif: 1/60 s; f/1.8; 50mm; ISO-100]
[Exif: 1/60 s; f/1.8; 50mm; ISO-100]
Para hacer este efecto de soft focus no he usado Photoshop. De hecho, sólo he ajustado los niveles, la saturación y añadido la firma. No necesitaban nada más, me gustaban como estaban. Entonces, ¿cómo lo hice?
Va a sonar un tanto cutre, pero usé papeles de colores. La segunda y la última fotografía tienen un plástico transparente doblado varias veces delante del objetivo de manera que crea ese efecto difuminado y blanquecino sin fastidiar la fotografía. En la tercera usé papel charol de mi hermana. En esta sí dejé que se viera el filito del papel arrugado, que le da un efectillo curioso.
¿Qué os parece? Es muy fácil de hacer y las fotos salen muy bonitas. A mi es que me encanta… Parecen muy místicas.
Ya es oficial: tengo 19 años.
Llevo tres días de celebración y estoy encantada (aunque también un poco hecha mierda, para qué mentir). ¿Por dónde empezar?
El jueves pasado, mi queridísimo Fry McCloud me organizó una pequeña cena sorpresa en el centro de Málaga. Me mintió diciéndome que sólo íbamos a ir a cenar él y yo y cuando llegamos pues… ¡SORPRESA! Me lo pasé genial aquella noche, la verdad. Creo que lo mejor -además de la compañía- fue la tarta improvisada:
El sábado mis grandes amigos me prepararon otra fiestecilla sorpresa, esta vez en mi piso (MARDITOS). Hicieron una tarta que estaba riquísima, pero demasiado para nuestro body, creo yo. Después de hincharnos a chocolate nos fuimos a la bolera. Fue una gran noche, sí. Casi nos atropella un taxi que iba veloz como una bala por el carril del bus y nos robaron una cartera con bastante dinerillo dentro. Peeeeeeeeeeeeero, a pesar de todo ello, nos lo pasamos muy, muy bien.
[Exif: 1/60 s; f/1.8; 50mm; ISO-400]
Y, bueno, el 14 era mi día verdadero así que volví al pueblo a pasarlo con mi familia. Lo único fastidioso del día ha sido tener que coger el bus tan temprano después de haber acostado tarde y que estoy resfriada :( Pero me lo he pasado muy bien y he comido… digamos que demasiado.
Aquí la tarta que me hizo mi madre, basada en la tarta del juego Portal.
PD: Mi madre es buenísima con la repostería, ¿eh?
[Exif: 1/80 s; f/1.8; 50mm; ISO-100]
Espero encontrar el tiempo durante esta semana para actualizar más el blog porque se me están acumulando las fotos y las historias ;)
Jugar con las Barbies nunca me gustó tanto.
Esta Semana Santa me monté un pequeño estudio de fotografía -muy cutre- para practicar con el flash y un reflector que me había fabricado. Tampoco era nada del otro mundo. Coloqué un joyero, una Barbie sentada apoyándose en un folio y el trípode con la cámara y el controlador remoto. Coloqué una lámpara que daba directamente en una cartulina blanca que intenté que funcionara como reflector. No estaba mal, la verdad. ¿Qué queréis? Hay que buscarse la vida con lo que se tiene.
El caso es que en un principio no me di cuenta, pero estaba haciendo las fotos con el close up +4. Probé el flash y me pareció demasiado fuerte. Por eso seguí el gran consejo de mi profesor de Fotografía: le puse un klinex delante, para intentar difuminar el efecto.
Estos son los resultados. ¿Qué os parecen? De verdad que hacer fotografía de muñecos es un buen ejercicio de práctica :)
[Exif: 1/5 s; f/6.3; 50mm; ISO-100]
[Exif: 1/5 s; f/6.3; 50mm; ISO-100]
[Exif: 1/5 s; f/6.3; 50mm; ISO-100]
Agosto. 2011. Por fin había conseguido ahorrar el suficiente dinero -con mucho esfuerzo- para comprarme mi primera réflex. No me podía creer que después de sabe Dios cuántos años deseándola, me la iba a poder comprar. Era increíble.
Por aquella época, las cámaras réflex estaban muy de moda. Casi todo el mundo tenía una -todo el mundo que tuviera un papi que se la comprara, claro. Mis amigas también tenían y eso me molestaba mucho. Supongo que les tenía envidia. Pero mi envidia no radicaba en el mero hecho de que ellas tuvieran una cámara y yo no, sino que ellas no apreciaban lo que yo tanto ansiaba. Ya sabéis, lo típico de «tener una réflex para hacerse fotos en el espejo». Básicamente, eso hacían ellas.
Mis padres querían que yo ahorrase el dinero para comprármela para que así supiera lo que era sacrificarse por algo que realmente querías. Y, claro, cuanto más lejos esté algo, más lo deseas. No esperaba el momento de tener la cámara.
Agosto de 2011. No recuerdo la fecha exacta, pero sé que fue en agosto. Mi Canon EOS 1100D llegó a casa desde Francia, con su objetivo 18-55mm. Mi cámara.
No sé si es porque siempre quise una cámara buena o porque tuve que sacrificar mucho -mucha vida social, sobre todo-, pero quiero a esa cámara como si fuera mi hijo. Quizá sea una exageración, pero estoy muy contenta con lo que puedo hacer con ella y todo lo que he aprendido gracias a que me la pude comprar hace dos años.
Estas fotos fueron unas de las primeras que hice con la cámara. Son del 24 de agosto de 2011… ¡No sabía nada de fotografía! Sin embargo, parece que no están muy mal compuestas, ¿no? ;)
[Exif: 1/1250 s; f/5.6; 51mm; ISO-100]
[Exif: 1/1600 s; f/5; 41mm; ISO-100]
[Exif: 1/1600 s; f/4.5; 34mm; ISO-100]
Tarifa es preciosa, a pesar de que el viento es insoportable.
Estas Navidades nuestra familia aumentó en número. Ahora somos seis. Y, no, no es que tenga hermanos nuevos, ni mucho menos, sino que decidimos abrir nuestros brazos a unas lindas y pequeñas mascotas.
Os presento a Nick-me, el hámster de mi hermana. En un principio pensábamos que era hembra porque cuando llegó a casa tan sólo tenía 2 meses. Pero ahora que se ha hecho mayor, pues… ¡resulta que era un macho! ¿A que es monísimo?
[Exif: 1/80 s; f/1.8; 50mm; ISO-1600]
[Exif: 1/80 s; f/1.8; 50mm; ISO-1600]
Y aquí tenéis a Chell, mi bichito. Estoy lo que se diría aquí en el sur enchochá con mi cobaya. Yo tuve un hámster cuando era pequeña y lo quise mucho. Siempre he querido tener un gatito, pero mi madre decía que eran demasiados cuidados y tal. Al final la convencí para que me regalara una cobaya. Tengo mucho amor que dar, jopé.
Así que al final lo conseguí. Y no podría estar más feliz. La llamé Chell, como el personaje principal de mi videojuego favorito, Portal.
¡Pero mirad qué tupé más fantástico!
[Exif: 1/80 s; f/5.6; 53mm; ISO-3200]
[Exif: 1/40 s; f/5.6; 55mm; ISO-1600]
Hay una gran diferencia entre las primeras fotos y estas últimas. Cuando hice las de Chell sólo tenía mi 18-55 y, claro, la escasa luz del salón me obligaba a poner ISOs altos… Un rollo, la verdad. Ni en fotografía de concierto los tengo que poner tan alto :O
He de decir también que hacerle fotos a los animales es un verdadero infierno. ¡No paran de moverse! Y encima, con el 18-55, que tiene una luminosidad muy pobre, teniendo que ponerlo a velocidad lenta, la cobaya salía como si fuese un fantasma toda movida… Horrible. Tengo que hacer fotos con el 50mm, sí.
Y vosotros, ¿tenéis mascotas? :D
Última entrada de la serie del concierto de Oh! Trikelians. Sé que he sido pesada, pero bueno, pa eso está el blog, ¿no? :P
[Exif: 1/40 s; f/1.8; 50mm; ISO-800]
[Exif: 1/40 s; f/1.8; 50mm; ISO-800]
[Exif: 1/40 s; f/1.8; 50mm; ISO-800]
EXIF 